plan ceibal
El otro día me enteré de que un joven amigo mío que está estudiando periodismo y que desde niño ya llevaba páginas webs (la suya, la de una radio en la que trabajaba, por lo menos) recibió una bronca de su profesor por tomar los apuntes con el portátil. Eso lo supe por un amigo de la cuadrilla. En mi cuadrilla hay muchos miembros del gremio nuestro. Todos no lo somos. Pero o ellos o ellas en muchos casos estamos en la educación. Podéis suponeros los comentarios. Por algo mi abuela siempre decía: mal no venga que achaque no tenga. Se pudo oír allí de todo; que debía de haberle pedido permiso; que podía distraer con el ruido del teclado; que le podía estar grabando y luego distorsionarla su voz y que cambiando el mensaje lo subiría a youtube y lo demandaría por…; o que podía estar haciendo cualquier otra cosa menos atender a la clase del profesor en cuestión. Fuimos bajando a realidades más cercanas y relajándonos cuando llegamos a otro ejemplo, o el mismo, pero con el bolígrafo. Una vez la profesora de biología había pedido al hijo de un amigo que no cogiera apuntes y que atendiera a su clase, por favor. Al preguntarnos que reacción era esa, ante un alumno que coge apuntes, nos detuvimos en recordar como los libros de nuestros hijos estaban llenos de dibujos post modernos personalísimos que podrían dar luz al hecho de que la profesora quisiera que no tomase apuntes, porque, si bien, no podría grabarla con el bolígrafo, ella, y muchos de nosotros estábamos de seguros de que no estaba atendiendo si cogía apuntes.
¿Que revolución nos espera? Después de haber ilustrado con dos ejemplos el momento en que estamos, creo: 1- la revolución es para el profesor no para el alumnos que llevan con maquinitas desde que nacieron. ( Que se pide a la comunidad educativa –padres, hijos, profes- hoy)Nosotros somos inmigrantes digitales, vinimos a este mundo desde afuera. Los jóvenes son nativos digitales, ellos crecieron en ese mundo, con todas esas cosas que tienen un tremendo potencial educativo: blogs, wiki, Facebook, Twitter. El peligro es que los jóvenes se vayan a otros lugares, si la escuela no se conecta con sus problemas y preocupaciones. La idea es que los educadores pueden aprender más de los entornos virtuales, los entornos de juego, de cómo hacer más exploratorio y más emocionante el aprendizaje para los estudiantes, porque el aprendizaje y el entretenimiento ya no son actividades separadas para ellos. Como dij0 Nicholas Burbules, es un desafío pero también una oportunidad para los educadores encontrar nuevas formas de enseñar y de diseñar los programas para tratar de llegar a los jóvenes allí donde están sus intereses.
2- la revolución vendrá si se usan las máquinas que nos lleguen.( ¿Quien se sustraerá a la tentación?) El miedo nos agarrota a todos (no hay que tener miedo), si hay miedo es porque no se conocen sus posibilidades (son muchas), y hay que ser humildes pero valientes (hacer lo que se pueda, pero hacer algo, que no nos agarrote el miedo - a quedar mal,...).Pero esa herramienta, al igual que la computadora, requiere de docentes capaces de pensarla, reflexionarla, integrarla, imaginar tareas en las que pueda ser utilizada, tiene que haber equipos que piensen la apropiación de estas tecnologías. Por su puesto esto llevará tiempo, pero una cosa es pensar que hay una estrategia posible, que uno vive en una tecnocultura que cada vez va estar más inmerso en ella y que es interesante e inteligente ir apropiándosela; a simplemente rechazarla y dejarla de lado. Ese es un atajo que para Sergio Balardini no va a ser exitoso y simplemente va a ser una renuncia .
El plan ceibal es un horizonte al que debiéramos de tender.
Si trabajáramos juntos al estilo del ceibal… ¡sí habría revolución!
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